Adolescentes: cómo convivir con la enfermedad celíaca

Publicado el 23 de Febrero de 2018 | Blog
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La adolescencia es una etapa complicada, pero, además, si se padece enfermedad celíaca puede conllevar algunas dificultades añadidas. En ocasiones, la enfermedad puede resultar un límite a las actividades del adolescente y, por esa razón, puede aparecer un rechazo a la situación.

Conocer las peculiaridades generales de esta etapa es el primer paso para que los padres sepan entender y reaccionar ante ciertos comportamientos de los jóvenes, especialmente en el caso de tener que seguir una dieta sin gluten. Por eso, vamos a analizar estas características de la adolescencia y su relación con la enfermedad celíaca:

El egocentrismo es característico de esta edad, por eso, la enfermedad puede vivirse emocionalmente como un drama o bien presentando comportamientos compulsivos de miedo a tomar gluten de forma accidental y limitando, por tanto, su vida social.

Las relaciones familiares cobran una dimensión especial en esta época y la “brecha intergeneracional” que surge entre adolescentes y adultos merece también un análisis en el caso concreto de la enfermedad celíaca. En este caso, es fundamental que exista una relación sana con el contexto familiar para facilitar al adolescente que comparta y canalice sus problemas y temores. Y por relación sana no entendemos la ausencia de conflictos entre padres e hijos, algo que es esencial e inevitable durante la adolescencia.

Otra de las claves que presenta la adolescencia es el círculo social. La pertenencia al grupo es algo muy positivo para el adolescente, pero si esto implica una influencia negativa, puede tener consecuencias y generar problemas en el mantenimiento de la dieta sin gluten.

Durante el periodo de la adolescencia, la toma de decisiones es una faceta fundamental para la maduración, que supone tener la capacidad de establecer prioridades y objetivos. En esta toma de decisiones también entran en juego factores externos, como la identidad o la presión de grupo. Por eso, saber afrontar las situaciones y resolver problemas incide de forma directa en la gestión de la dieta sin gluten.

La autoestima también juega un papel importante en la etapa de la adolescencia, ya que una visión positiva de sí mismo, permite al adolescente afrontar de manera adecuada la enfermedad celíaca y la dieta sin gluten.

Pero si hay algo que preocupa a los padres de adolescentes celíacos durante esta etapa son las transgresiones de la dieta. Si se realizan de forma voluntaria, hay que analizar las causas que las han motivado, pudiendo diferenciar dos situaciones:

-          Amenazas de ingesta, que suelen darse en respuesta a frustraciones o para manipular a un adulto con el objetivo de obtener algo.

-          Transgresión consumada. En este caso, el comportamiento del adolescente responde a una provocación o al oposicionismo al adulto, al mismo tiempo que puede venir ocasionada por la presión de grupo o por la atracción de “lo prohibido”.

En conclusión, para ayudar a los adolescentes con su enfermedad celíaca, hay que trabajar en tres pilares: dotarles de autoestima para que tengan la seguridad necesaria para afrontar situaciones; generar autonomía para que ellos aprendan a gestionar adecuadamente su dieta sin depender de terceros y crear una buena comunicación que genere confianza.

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