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Las personas afectadas por la enfermedad celíaca y sensibilidad al gluten están obligadas, por motivos de salud, a seguir un régimen estricto, totalmente exento de gluten. Aunque la dieta sin gluten se debe basar en alimentos naturales, que en su origen no contienen gluten (leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales sin gluten: arroz, maíz, mijo, sorgo...), nuestro día a día hace imposible no consumir productos procesados.

Los productos considerados como básicos en la dieta de cualquier persona (pan, harina, galletas, pastas italianas, etc.), tienen que ser sustituidos, en esta dieta, por productos especiales sin gluten, cuyo precio es mucho más elevado que los elaborados con cereales que contienen gluten. Y todos nos preguntamos: ¿por qué son tan caros estos productos? Aunque el precio en algunos productos es totalmente desorbitado, sí es cierto que para las empresas elaborar productos sin gluten es más costoso por varios motivos:

• Necesitan líneas de producción independientes y separadas.
• La materia prima es más costosa.
• Los productos necesitan un mayor desarrollo para suplir la ausencia del gluten.
• La rotación del producto en los lineales de las tiendas es menor que la de los productos con gluten.
• Para poder garantizar que están libres de trazas y de contaminación cruzada se requiere una mayor inversión en tecnología que encarece el coste final del producto.

Con el objetivo de conocer la diferencia de precio existente entre los productos consumidos por una persona que debe seguir una dieta sin gluten, y por una persona que consume gluten en base a una dieta de 2.000 Kcalorías, la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten realiza todos los años un estudio comparativo de precios (ver tabla).

Según los resultados obtenidos en el estudio que hemos realizado en el año 2019, se deduce que el seguimiento de una dieta sin gluten conlleva actualmente un gasto adicional y extraordinario en la alimentación de 82,20 euros al mes, lo cual supone 986,40 euros al año. Además, en el caso de la enfermedad celíaca, al tener una base genética, hay familias donde varios miembros son celíacos, por lo que este gasto extra se puede multiplicar por dos, por tres o incluso por cuatro.

A pesar de ser una diferencia de precio considerable, por los resultados de los estudios que hemos realizado en los últimos años, hemos observado un descenso en los precios de estos productos, ya que en el año 2007 la diferencia de precios anual era casi el doble: 1.940 euros por celíaco y año.

La gran demanda de los productos especiales sin gluten vivida en los últimos años, debido en parte a la moda de la dieta sin gluten, y el hecho de que las marcas blancas los hayan incorporado en los lineales de la mayoría de los supermercados, han favorecido que el precio de estos haya disminuido. Pese a esta bajada de precios, las personas que siguen la dieta sin gluten por motivos de salud han de soportar estos gastos extraordinarios y no reciben ningún tipo de bonificación ni subvención estatal, ni de otra institución pública o privada que pudiera ayudarles a hacer frente a los gastos referidos. Solamente algunos organismos, tanto públicos como privados, conceden a sus trabajadores una pequeña ayuda económica, entre los que cabe destacar a la Comunidad de Navarra y la Provincia de Vizcaya.
En la mayor parte de los países de la Unión Europea, entre ellos Austria, Italia, Irlanda, Finlandia, Francia, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza, etc., sí se contempla dicha ayuda.

Desde la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, trabajamos día a día por la normalización social de las personas celíacas y la mejora en la calidad de vida de este colectivo. Para lograr este objetivo es fundamental la ayuda y apoyo de instituciones y partidos políticos. Por ese motivo, durante los últimos meses la Asociación ha mantenido encuentros con los principales partidos políticos con representación parlamentaria en la Asamblea de Madrid.

Blanca Esteban, Responsable de Seguridad Alimentaria de la Asociación.