Pruebas que detectan la reacción inmunitaria frente al virus y por tanto una infección pasada
Prueba serológica de anticuerpos o inmunoglobulinas M (IgM) frente al virus: detecta sujetos con una infección reciente. Estos anticuerpos suelen estar elevados entre los 7 y los 21 días posteriores a la infección.
Prueba serológica de anticuerpos o inmunoglobulinas G (IgG) frente al virus: detecta sujetos con una infección antigua. Estos anticuerpos suelen elevarse a partir de los 14 días posteriores a la infección y su presencia en sangre puede durar meses.
Ambos anticuerpos (IgM e IgG) se analizan en muestras de sangre, ya sea con un test rápido (pinchazo en el dedo, el resultado se obtiene en unos 15 minutos) o con un análisis de laboratorio (requiere una extracción de sangre convencional).