NOTICIAS
ENFERMEDADES DE LA PIEL Y SU RELACIÓN CON LA ENFERMEDAD CELÍACA
El pasado 25 de febrero celebramos el primer Encuentro con Expertos de la temporada, a cargo del Dr. Victoriano Morales, médico especialista en Dermatología y Venerología del Hospital Quironsalud Madrid. Fue en la sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y contó con la asistencia de una treintena de personas, que pudieron consultar todas sus dudas al concluir la conferencia.
En este encuentro pudimos conocer las enfermedades dermatológicas más comunes que pueden darse en pacientes con enfermedad celíaca. Destaca la dermatitis herpetiforme por afectar exclusivamente a pacientes celíacos, aunque es poco frecuente, y la dermatitis atópica, el principal problema de piel que se presenta tanto en celíacos como en el resto de la población. Además, conocimos un poco mejor otras patologías cutáneas que son más probables si se padece enfermedad celíaca, como el vitíligo, la alopecia areata, las aftas bucales y la glositis atrófica. Detallamos a continuación las principales claves que dio a conocer el Dr. Morales.
Dermatitis herpetiforme
Denominada la enfermedad celíaca de la piel, ya que es consecuencia de una reacción autoinmune causada por el gluten y por tanto exclusiva de los pacientes celíacos, se caracteriza por la presencia de ampollas y costras que generan mucho picor y se presentan en codos y tras las rodillas principalmente, pero también en nuca, nalgas o cuero cabelludo. Requiere biopsia de piel sana para ser diagnosticada (por la presencia de anticuerpos antitransglutaminasa en estructuras de la dermis) y su tratamiento es la dieta sin gluten, que puede tardar varias semanas o incluso meses en tener efecto. Una vez recuperada, no deja cicatrices.
Dermatitis atópica
Es el problema cutáneo más frecuente en la población (5-20% de afectados) y el principal motivo de visita a las consultas de dermatología en pediatría. El 60% de los casos se presenta en el primer año de vida, y el 85% antes de los 5 años. El 15% restante surge en la adolescencia o en la edad adulta. Se da con mayor frecuencia en entornos urbanos e industrializados, y afecta más a familias con nivel socioeconómico alto, a familias poco numerosas y a hijos con padres afectados.
En bebés suele afectar a los carrillos y la barbilla. En niños más mayores aparece en los pliegues del brazo y tras las rodillas. En adultos se presenta sobre todo en las muñecas y detrás de las orejas. Es habitual que aparezcan heridas y costras blanquecinas o amarillentas debido al rascado (no son infecciosas), por lo que es recomendable llevar las uñas bien cortas e incluso dormir con guantes.
Mejora si se utilizan cremas hidratantes con glicerol o vaselina, incluso con urea (puede picar), pero nunca aceites. Los corticoides de uso tópico también son efectivos. En cuestiones de higiene, es bueno no abusar de los baños o las duchas, que deben ser cortas y con agua templada, y emplear geles con pH ácido (en torno a 5,5), no neutros, y jabones sin detergentes.
Especial precaución con las prendas de lana y tejidos sintéticos, lo mejor es el algodón, y evitar aplicar las fragancias directamente sobre la piel. También puede agravar el problema el cloro en las piscinas climatizadas y ciertos alérgenos, como la proteína de leche de vaca, el huevo o el pelo de los animales domésticos. No existen tratamientos infalibles. En ocasiones mejora con vitamina D, vitamina E o con probióticos.
Se asocia con inmunodeficiencias congénitas, con patologías autoinmunes como la enfermedad celíaca, el vitíligo, la alopecia areata o la ictiosis vulgar, y también con rinoconjuntivitis (alergia), asma bronquial y alteraciones oculares (eczema en párpados, blefaritis y conjuntivitis atópica, entre otros).
Vitíligo
Es una enfermedad autoinmune que también se asocia con la enfermedad celíaca, además de otras patologías autoinmunes como la tiroiditis autoinmune y la diabetes tipo 1, y puede ir acompañada de anemia, alteraciones oculares y pelo cano prematuro. Provoca manchas blancas por decoloración de la piel en cara, codos, rodillas y otras zonas del cuerpo y no tiene tratamiento. Afecta a un 0,5-2% de la población, se presenta preferentemente antes de los 20 años o después de los 50 y en el 30% de los casos existen antecedentes familiares.
Alopecia areata
También autoinmune, es un tipo de alopecia que se manifiesta con calvas en el cuero cabelludo y la barba, puede afectar también a cejas y pestañas, y en ocasiones es completa, provocando la falta de pelo en todo el cuerpo. Se presenta sobre todo en la infancia y la adolescencia y puede ser tratable con corticoides de uso tópico, según la zona afectada y su extensión. Tiene base genética, se asocia con dermatitis atópica y con otras enfermedades autoinmunes como la enfermedad celíaca, el vitíligo, la tiroiditis autoinmune, la anemia perniciosa o la enfermedad de Addison. Su aparición puede estar condicionada por situaciones de estrés emocional.
Aftas bucales
Son úlceras dolorosas de diámetro inferior a 1 cm que aparecen en los labios, la lengua o el interior de la boca. Duran de 10 a 14 días y suelen ser recurrentes, volviendo a aparecer un tiempo después. Tienden a desaparecer con la edad y la enfermedad celíaca es con la que muestran una mayor asociación. En adultos se asocian más con infecciones, alimentos y enfermedades de transmisión sexual.
Glositis atrófica
Es una inflamación de la lengua que le da un aspecto liso y un color rojizo y brillante, con gran sensación de ardor ante sustancias ácidas o saladas. Se asocia principalmente con la enfermedad celíaca y el síndrome de Sjögren, pero puede ser causada por déficit de hierro, vitamina B9 (ácido fólico), vitamina B12 o por una hipoproteinemia por malnutrición. También puede ser consecuencia de una infección por hongos, habitualmente candidiasis.
Autor: Juan Ignacio Serrano Vela. Doctor en Biología.
Servicio de Investigación y Formación. Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten. Madrid.